jueves, 28 de octubre de 2010

Umbral proyecto final



Concepto:

El tema de este mes fue la creación de un umbral, un lecho de muerte o simplemente un memorial diseñado para nosotros mismos, por eso decidí elegir un elemento que representara mis ideas respecto a esta parte de la vida que finaliza nuestros días en la tierra.



El concepto de este proyecto fue la unión del subsuelo y el suelo (que también podría traducirse como la conexión entre el mundo y el inframundo) que se ejemplifica de una manera perfecta con el árbol, pues se alimenta de las raíces que están en la tierra y crece para levantar sus ramas en un plano muy diferente.

Elegí el sauce llorón porque es un árbol que siempre me ha causado una sensación de serenidad, aparenta ser eterno y antiguo, un secreto místico que incluso los celtas admiraron he incluyeron en su horóscopo, en el cual, por cierto, el sauce llorón en mi símbolo.





Proceso

El proceso de este trabajo fue a pasos lentos, no tardé en llegar a la idea del sauce llorón, quería algo eterno que se integrara después de un tiempo.

El problema inició cuando la figura arquitectónica se presentó en mi mente, no era algo que se fuera realizar de una manera sencilla. La forma quedó conformada por una columna con diferentes ramificaciones que caían al suelo para crear un especio interior, rodeada de cristales que le dieran el usuario uno de los tantos sonidos del viento.


El tronco nació de tres diferentes carretes de alambre, que representan las partes más importantes de mi vida, las cuales son: mi familia, mis amigos y mis pasiones. En algunos lugares se juntan o se separan, se enredan o giran, de la misma manera que lo hacen las personas que conviven con uno.


       Lo siguiente fue crear el espacio, del tronco principal emergen las ramas también de alambre, en estas se pueden encontrar los cristales que dan el sonido del viento, lo cual nos recuerda que hay cosas que no puedes ver pero que aún existen, al igual que el recuerdo de alguien o su presencia para siempre en nuestra mente.


viernes, 15 de octubre de 2010

Cátedra Oscar Hagerman

Cátedra Óscar Hagerman

La cátedra Óscar Hagerman quedó por debajo de mis expectativas, aunque también me abrió los ojos en muchas situaciones que como arquitectos vamos a tener que enfrentar, y como dicen, siempre se aprende de todo lo que vives, yo tengo los puntos que más me llamaron la atención de todo lo que aconteció en la cátedra.

El primer arquitecto en hablar fue Enrique Ortiz Flores, para mi fue uno de los más interesantes, comprendía perfectamente los retos que tiene el mundo, y también daba después de llenarnos de nervios, una solución que quizá no sea sencilla, pero si es posible.
 La depredación de la naturaleza y de la gente fueron uno de sus puntos que más llamó mi atención, estamos destruyendo todo lo que hace a México diferente y único, ambientalmente y también cultural, todo el tiempo dejándonos absorber por otros países, queriendo homogenizar una nación que es riquísima en diversidades.

Comentó la importancia de trabajar para la población con buena calidad, un costo más bajo y mayor eficiencia y rapidez, sin duda alguna remarcó la importancia de poder disfrutar la ciudad, no simplemente hacer un conjunto de edificios bonitos, sino que hacer a la gente sentirse contenta y cómoda en los lugares públicos, las casas, los parques, que es lo que lleva a una ciudad verdaderamente hermosa, no solo algo que es bello pero frío, a mi me pareció que nuestra cultura esta dejando esto de lado, en algunos lugares pareciera que se le quiere quitar las ganas a la gente de vivir lo que es de ellos, o simplemente se intenta hacer algo tan perfecto que no es posible que los ciudadanos se acerquen a sentir las texturas, a jugar, a correr y a reír estridentemente en ellos. 

En especial había dos frases dentro se su presentación que se me lleva las palmas:

1.-“COMO NO SABÍAN QUE ERA IMPOSIBLE, LO HICIERON”.

2.-“UN ADMIRABLE TALENTO PARA COLOCAR SUS EDIFICIOS EN EL CONTORNO NATURAL. EN LUGAR DE CONQUISTAR LA NATURALEZA, ACOGE LOS CAPRICHOS DEL CLIMA Y LOS DESAFÍOS DE LA TOPOGRAFÍA”.


Después vino Legorreta, y me quedé muy satisfecha con su plática, el podría tomarse como uno de los arquitectos que ha abrazado aspectos de la cultura mexicana y los ha reflejado en su arquitectura a su propia manera. Dijo que tenemos que aprender de los clientes y no querer (como dicen algunos) educarlos. Hablo en contra del Malinchismo, lo cual por supuesto yo amé, fue el ponente que más llamó mi atención por su arquitectura y la manera de explicar sus trabajos, se salió del tema base de la conferencia, pero me agradó como se expresó, su tono de vos, la presencia que tuvo al hablar, también nos dejó bien claro que el trabajo en equipo es de los aspectos más importantes que existen dentro del campo de trabajo y que siempre que estés haciendo algo que te cause orgullo y te guste vas a hacer bien lo que tengas que hacer.

miércoles, 13 de octubre de 2010

Día de Muertos-movimiento artísitco del pueblo mexicano





México se viste de colores para celebrar a nuestros muertos, a esa impactante Catrina que se mueve entre nosotros sin que lo sepamos, a los espíritus que según las tradiciones vagan meditabundos cada uno y dos de noviembre.


            Día de Muertos es un acto artístico de principio a fin, en su literatura (calaveritas), arquitectura e incluso gastronómicamente. Es una temporada sumamente especial, en la que cada familia se vuelve un arquitecto que diseña para clientes muy peculiares, las almas de los que ya no están, lugares de reposo y bienvenida que guardan un profundo significado, recuerdos y emociones encerrados en alguna parte del corazón de nuestro pueblo.

            Desde que somos tan solo niños nos dan de cenar ese pan tradicional, la hojaldra cuyos sabores suaves se mezclan con aquello que es tan nuestro, el chocolate. Mientras nuestro paladar degusta ese sabor nuestros padres nos dan algún objeto para ponerlo en la ofrenda. La ofrenda… ese objeto protagónico en los umbrales de muchas casas en distintos puntos de la república. Los niveles se conjuntan cada uno con cosas específicas es una estructura llena de sentimiento y vida, luces y colores que ilumina la noche y sobrevive tres días completos. Papel picado, miles de veladoras, caballitos de tequila, fotografías, nostálgicos juguetes y fruta de dudosa caducidad se amontonan estratégicamente en el altar que simbolizan una parte de la identidad del mexicano.








IN MEMORIAM
Jorge Luis Borges
El vago azar o las precisas leyes
Que rigen este sueño, el universo,
Me permitieron compartir un terso
Trecho del curso con Alfonso Reyes.
 
Supo bien aquel arte que ninguno
Supo del todo, ni Simbad ni Ulises,
Que es pasar de un país a otros países
Y estar íntegramente en cada uno.
 
Si la memoria le clavó su flecha
Alguna vez, labró con el violento
Metal del arma el numeroso y lento
Alejandrino o la afligida endecha.
 
En los trabajos lo asistió la humana
Esperanza y fue lumbre de su vida
Dar con el verso que ya no se olvida
Y renovar la prosa castellana.
 
Más allá del Myo Cid de paso tardo
Y de la grey que aspira a ser oscura,
Rastreaba la fugaz literatura
Hasta los arrabales del lunfardo.
 
En los cinco jardines del Marino
Se demoró, pero algo en él había
Inmortal y esencial que prefería
El arduo estudio y el deber divino.
 
Prefirió, mejor dicho, los jardines
De la meditación, donde Porfirio
Erigió ante las sombras y el delirio
El Árbol del Principio y de los Fines.
 
Reyes, la indescifrable providencia
Que administra lo pródigo y lo parco
Nos dio a los unos el sector o el arco,
Pero a ti la total circunferencia.
 
Lo dichoso buscabas o lo triste
Que ocultan frontispicios y renombres:
Como el Dios del Erígena, quisiste
Ser nadie para ser todos los hombres.
 
Vastos y delicados esplendores
Logró tu estilo, esa precisa rosa,
Y a las guerras de Dios tornó gozosa
La sangre militar de tus mayores.
 
¿Dónde estará (pregunto) el mexicano?
¿Contemplará con el horror de Edipo
Ante la extraña Esfinge, el Arquetipo
Inmóvil de la Cara o de la Mano?
 
¿O errará, como Swedenborg quería,
Por un orbe más vívido y complejo
Que el terrenal, que apenas es reflejo
De aquella alta y celeste algarabía?
 
Si (como los imperios de la laca
Y del ébano enseñan) la memoria
Labra su íntimo Edén, ya hay en la gloria
Otro México y otra Cuernavaca.
 
Sabe Dios los colores que la suerte
Propone al hombre más allá del día;
Yo ando por estas calles. Todavía
Muy poco se me alcanza de la muerte.
 
Sólo una cosa sé. Que Alfonso Reyes
(Dondequiera que el mar lo haya arrojado)
Se aplicará dichoso y desvelado
Al otro enigma y a las otras leyes.
 
Al impar tributemos, al diverso
Las palmas y el clamor de la victoria:
No profane mi lágrima este verso
Que nuestro amor inscribe a su memoria.

martes, 12 de octubre de 2010

Proyecto Umbral

Tiempo:

Quiero que sea en la tarde, mientras el sol esta bajando y el sol ya no golpea tan fuerte la piel, cuando el viento empieza a refrescar y el cielo se tiñe de una gama de azules que se pueden contar desde las ventanas.


Ritmo:

El ritmo será lento, cada quien a su tiempo, nada apresurado, recorriendo el bosque, con un adiós sin interrupciones, atentos a su alrededor ya que el camino no es parejo y eso hace que cada quien debe cuidar sus pasos.

Luz:

Una luz muy leve, que se extingue como la vida que acaba de terminar, que todo aún sea visible y que el panorama cambie en cuestión de segundos con el sol que desaparece, el brillo de los últimos rayos juega con los cristales y le da una sensación más profunda a  la situación.


Recorrido:

Por los árboles, en si no hay un recorrido exacto, cada quien llega por un camino distinto, como llegaron a mi vida, pueden entrar al recinto por cualquier ángulo, para que sea una experiencia muy íntima.


Color:

Voy a utilizar una gama de grises y plateados, el árbol va a ser el más claro de todo ya que quiero que se destaque, que brille entre los tonos pagados, más con los cristales.


Esquema:

Los árboles con menos ramas rodean a el sauce que se encuentra en el centro, las ramas prohíben un paso sencillo a la tumba, así que hay que apartarlas para poder pasar.



"¿Qué busca el peregrino al recorrer su patria? ¿El lugar de su nacimiento o el de su fin? Tal vez busca su destino. Tal vez su destino es buscar."
(Octavio Paz)

Nocturno grito

Tengo miedo de mi voz
y busco mi sombra en vano.

¿Será mía aquella sombra
sin cuerpo que va pasando?
¿Y mía la voz perdida
que va la calle incendiando?

¿Qué voz, qué sombra, qué sueño,
despierto que no he soñado,
serán la voz y la sombra
y el sueño que me han robado?

Para oír brotar la sangre
de mi corazón cerrado,
¿pondré la oreja en mi pecho
como en el pulso la mano?

Mi pecho estará vacío
y yo descorazonado,
y serán mis manos duros
pulsos de mármol helado.



Xavier Villaurrutia

sábado, 9 de octubre de 2010

Umbral

 
 
El Umbral- parte 1

El umbral es el tema de este mes, fue elegido para cuadrar con Día de Muertos y Halloween, personalmente no guardo mucho cariño hacia este tema, pero me pareció adecuado, era una manera de reflejar lo que quieres que se quede como tu recuerdo en este mundo, quien fuiste realmente, como quieres que te recuerden por medio de la arquitectura.

Los mexicanos tenemos un doctorado en celebrar a la muerte, creamos abras artísticas de profundo significado que se conjuntan con nuestra cultura, para burlarnos de la Catrina y a la vez recordar a aquellas personas que se nos fueron en su tiempo o antes de este. P

Pero, ¿crear algo para mi propia muerte? Bueno, eso no se me había venido a la cabeza. En primer lugar recordé la sensación de estar sentada en el suelo del cementerio, con el sol pegándome en los ojos, sintiendo que ese no era el lugar más correcto para recordar a alguien, intenté traer a la cabeza un lugar de descanso que fuera cómodo, la sombra de un árbol debajo del pleno sol de julio.


Proyecto  Reminisce

Tomé la idea de un sauce llorón, no simplemente porque me parece un árbol hermoso y místico, sino también porque representa una parte de una de mis mitologías favoritas, la celta.

El árbol es una conexión entre el subsuelo y el mundo exterior, mantiene a los seres vivos tomando el material en descomposición de todo lo que ya terminó su tiempo funcional, se extiende tanto hacia el cielo como al centro de la tierra, es una especie de vínculo que arrebata energía y la pasa para que otros puedan continuar.
 

 

Noches de reflejos



La mejor imagen que pude sacar desde el bar de la Purificadora, una noche con una iluminación increible.


Imagen de una iglesia reflejada en un charco en Cholula.


Me gustaría compartir con ustedes un párrafo que me gustó mucho sobre los mexicanos, sobre nuestro propio esilo para la vida.

"Los mexicanos estamos marcados por un patrón artístico que lo convertimos en un estilo de vida: el barroco exuberante con caracterísitcas propias, muy alejado en la gran mayoría de los casos, del barroco europeo, un estilo donde la mano indígena depositó el alma y del que surgen así casas como la del Alfeñique, en Puebla; igual de compleja que un dulce en forma de animalito, decorado con flores de colores salido de las cocinas de los conventos; iglesias como Santa María Tonanzintla, en donde en este afán de llegar a Dios a través de los sentidos, al entrar a la iglesia, sí llegamos al paraíso, pero al de Tlalocan. Los mexicanos nos volvemos barrocos, pero de mil colores, como un árbol de la vida hecho en barro y policromo; o una calaverita de alfeñique decorada con flores rosas, azules, verdes y amarillas y, por supuesto, logramos una cocina barroca de moles y mancha manteles."

(Yuri de Gortari y Edmundo Escamilla, Secretos Culinarios, México desconocido, Septiembre 2010)